Ojo: este decálogo que he perpetrado no pretende ser una guía válida para nadie, Dios me libre, ni siquiera para mí mismo. Hay pocas cuestiones sobre las que yo pueda dar lecciones a nadie, y la Literatura no es, con certeza, una de ellas. Este es sólo un pequeño divertimento íntimo; una ironía de la que, si la suerte me acompaña, abominaré dentro de unos años, cuando haya aprendido a escribir.
Decálogo para un escritor novel
1) No te obsesiones por encontrar tu propia voz. Está ahí, lo quieras o no, y quizá cuanto más la busques más te alejes de ella. Trata de ser muchas voces a la vez, trata de ser todas las voces. El eco que quede tras el tumulto, esa será tu voz.
2) La originalidad es una cualidad sobrevalorada. Duchamp epató en su momento, sí, pero nadie en su sano juicio se pasa horas contemplando un urinario. Si coronas tu pastel con una guinda, mejor, pero piensa que nadie se comerá una guinda sin pastel. Raras veces una buena ocurrencia puede sustituir a una buena historia.
3) Trata de ser capaz de la poesía más sublime, y también de la grosería más procaz. Al menos inténtalo. En todo caso, lo que hayas de ser, la buscona más arrastrada de Port-au-Prince o el espíritu personado de Rimbaud, selo: el lector huele el miedo.
4) La envidia es un motor insospechado para la creación artística; el escritor que asegure no haberla sentido hacia ningún otro, miente. No la rehúyas, sírvete de ella para escribir mejor que Ese Que Tú Sabes. De todos modos, consuélate: dicen que después del Cervantes o del Nobel se hace más llevadera.
5) Cree en los maestros, no tengas empacho en tratar de imitarles: cuanto menor sea la magnitud de tu fracaso menor será la distancia que te separe de la excelencia. Eso sí, no los mitifiques. Algunos de tus escritores más admirados eran unos redomados hijos de puta.
6) A ese respecto: lábrate una reputación. Bebe, fuma mucho, ten hijos ilegítimos, engaña a tu esposa, pega a tu marido, cásate y divórciate unas cuantas veces. Todo ello no facilitará tu labor, pero generar ese tipo de anécdotas ayudará a divulgar tu nombre para la posteridad.
7) Lee mucho, analiza, aprende, infórmate, fórmate, lee más. Aprende los trucos, las claves, las reglas del Arte y del Oficio. Después, pero sólo después de haberlas interiorizado bien, olvídate de ellas.
8) Si puedes permitírtelo, concede a tus obras recién acabadas un tiempo de respiro mientras escribes otras cosas. Después, si crees que algo debe mejorarse, mejóralo. Pero luego suéltalo y olvídate de ello. Si no, serás como un tipo tratando de llenar un cántaro agujereado, no terminarás nunca.
9) Probablemente los mejores escritores no escribían sin esfuerzo, pero lo parece. Haz que parezca que no te ha costado. No seas cansino. Que no parezca que cada descripción y cada metáfora han sido un muro por escalar.
10) Elabora un Decálogo, eso inspira credibilidad.
Decálogo para un escritor novel
1) No te obsesiones por encontrar tu propia voz. Está ahí, lo quieras o no, y quizá cuanto más la busques más te alejes de ella. Trata de ser muchas voces a la vez, trata de ser todas las voces. El eco que quede tras el tumulto, esa será tu voz.
2) La originalidad es una cualidad sobrevalorada. Duchamp epató en su momento, sí, pero nadie en su sano juicio se pasa horas contemplando un urinario. Si coronas tu pastel con una guinda, mejor, pero piensa que nadie se comerá una guinda sin pastel. Raras veces una buena ocurrencia puede sustituir a una buena historia.
3) Trata de ser capaz de la poesía más sublime, y también de la grosería más procaz. Al menos inténtalo. En todo caso, lo que hayas de ser, la buscona más arrastrada de Port-au-Prince o el espíritu personado de Rimbaud, selo: el lector huele el miedo.
4) La envidia es un motor insospechado para la creación artística; el escritor que asegure no haberla sentido hacia ningún otro, miente. No la rehúyas, sírvete de ella para escribir mejor que Ese Que Tú Sabes. De todos modos, consuélate: dicen que después del Cervantes o del Nobel se hace más llevadera.
5) Cree en los maestros, no tengas empacho en tratar de imitarles: cuanto menor sea la magnitud de tu fracaso menor será la distancia que te separe de la excelencia. Eso sí, no los mitifiques. Algunos de tus escritores más admirados eran unos redomados hijos de puta.
6) A ese respecto: lábrate una reputación. Bebe, fuma mucho, ten hijos ilegítimos, engaña a tu esposa, pega a tu marido, cásate y divórciate unas cuantas veces. Todo ello no facilitará tu labor, pero generar ese tipo de anécdotas ayudará a divulgar tu nombre para la posteridad.
7) Lee mucho, analiza, aprende, infórmate, fórmate, lee más. Aprende los trucos, las claves, las reglas del Arte y del Oficio. Después, pero sólo después de haberlas interiorizado bien, olvídate de ellas.
8) Si puedes permitírtelo, concede a tus obras recién acabadas un tiempo de respiro mientras escribes otras cosas. Después, si crees que algo debe mejorarse, mejóralo. Pero luego suéltalo y olvídate de ello. Si no, serás como un tipo tratando de llenar un cántaro agujereado, no terminarás nunca.
9) Probablemente los mejores escritores no escribían sin esfuerzo, pero lo parece. Haz que parezca que no te ha costado. No seas cansino. Que no parezca que cada descripción y cada metáfora han sido un muro por escalar.
10) Elabora un Decálogo, eso inspira credibilidad.
12 comentarios:
Se ha instalado en mi cabeza y en mi corazón sin pedir permiso, un pepito grillo, que no para, me entiende tan bien y le entiendo tanto, a veces (claro solo a veces) que me asusto. Ahora está empeñado en que no olvide y escriba, ¿como podría? ¡Bendita, maldita memoria!
Quizá tenga razón, he de desandar lo andado, recordar lo dormido, perdonarme.Recordemos entonces…lo más bonito que aquel ser me dijo:
“Mararía, eres la mejor persona que conozco y seguro que jamás conoceré a otra mejor, en toda mi puta vida. Si en este maldito mundo, existe una persona perfecta, esa eres tú”.
Lastima que estuviera, tan borracho, lastima el odio que proyectaban sus ojos, lastima de voz rota y amenazante, como sus dientes y puños apretados, con los que golpeaba algo, conteniendo las ganas de matarme…lastima todas las lindeces que añadió después…triste noche, tristes noches, días, meses, años, vida ...escuchando al mismo borracho, con la misma borrachera.
¡Y yo me quedaba allí, en medio de aquella sala, vestido el cuerpo, desnuda el alma! Sin poder llorar, sin osar llorar, no me estaba permitido…pero todo esto y mucho más… hace años lo escribí, luego lo quemé, lo perdoné y lo olvidé, sin olvidar.
No olvido lo fuerte que soy, a veces también me late, correr hacia donde sea, pero sigo aquí. No creo en el amor, ya no, para mí, pero amo, no he perdido esa capacidad, como te decía ayer, como te iba diciendo, la otra vez fue solo la anterior. Soy la persona mas optimista que conozco, me encanta reír, reírme hasta de mí misma. La próxima vez, estaré vestida de felicidad, como siempre, y Sí que la vida me sorprenda.
..................................
Querido Quepa: te preguntaras y todo esto a que viene, sólo para decirte que me ha gustado mucho tu decálogo. Pero para mi gusto le sobran cuatro palabras en el punto seis...sin ellas... perfecto.
Dos besos
Pedro, "pega a tu esposa" me ha revuelto un poco.
Diría que casi me ha indignado.
El décimo punto me ha gustado... ;)
Mararía: tu texto es interesante, transmite mucho sentimiento. Gracias por el regalo. Por cierto, "Kepa" es un nombre vasco sinónimo del castellano "Pedro", y se escribe con "K", no con "Q". Es mi nombre real, no es un capricho. Yo no soy precisamente de los que piensan que las cosas escritas con "K" suenan más chachi, y aborrezco el lenguaje sms. Gracias por tu comentario, de todos modos. Respecto al punto seis, que mencionas, me remito a lo que le digo a...
...Cande: Si no te conociese bien, ni tú me conocieses como me conoces, pensaría por un momento que te has tomado en serio este texto. Pero, claro, eso es imposible, pues lo primero que he hecho en él es advertir de que no es más que una broma. Hay alguno de sus puntos que pudiera encerrar alguna pequeña verdad, pero precisamente el sexto no es uno de ellos.
Repito, por si a alguien le surgiese la misma duda: este texto es una broma, símplemente, y nada de lo que en él se diga debe ser tomado en serio. Sólo trataba de imitar, bajo el tamiz de la ironía, los muchos decálogos y listas de consejos existentes para escritores. No pretendo, insisto, aconsejar a nadie, pues ni es mi intención ni estoy capacitado para ello. No es más que un juego, sin más.
Espero haber aclarado ese punto. De todos modos, y en aras de la corrección política, cambiaré el párrafo de la discordia.
"Bebe, fuma mucho, ten hijos ilegítimos, engaña a tu esposa, pega a tu marido..". Mucho mejor así, ¿verdad?
No, ahora en serio, no se me pongan tan serios, por favor, o tendré que empezar a pensar dos veces las cosas antes de escribirlas. Besos.
Ni pienses las cosas dos veces antes de escribirla, ni dejes de perder el sentido del humor...
De hecho, sabes que estoy de acuerdo con tu decálogo en todo, incluido llegar a tocar los infiernos para crear leyenda...
Escribir en los bares y ser un bohemio borracho de absenta es una de mis fantasías... Si creyese en las vidas pasadas y futuras, querría que esa fuera una.
Pero no niego que cuando leí la frase de la discordia la primera vez me sorprendió...
Y no es lo mismo que engañar a tu esposa, tener hijos ilegítimos,... vaya un poco más allá, eso tienes que reconocermelo. Aunque sé, de verdad, que no lo dices en serio.
¡NO ME TOMES DEMASIADO EN SERIO TAMPOCO!
Es sólo mi opinión. :)
"¿Por qué debo preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?"
(Groucho Marx).
Leo tu decálogo con atención, me rio, me divierto, y decido hacer uno para mi tal como aconsejas en tu último punto y ya lo tengo hecho.
Decálogo de Alma: pasa de todos los decálogos habidos y por haber y escribe lo que te salga del...alma.
Saludos, en serio, es un decalogo con un gran sentido común aunque no lo parezca
De acuerdo con los puntos 1,2,3,5,7,8 y 9.
El 4 no me afecta (pasota que es una)
El 6 me agobia. No sé fumar y para el alcohol necesito un estómago nuevo. Lo que más me gustaría es darle una colleja a alguno, algunas veces, ¡pero no se deja!, jajaj
Y el 10 me da una pereza....
;))
Can Can: Sí, es cierto que esa expresión va más allá que las demás, pero si atendemos a las circunstancias que adornan las biografías de escritores como Norman Mailer (apuñalamiento de su mujer en medio de una fiesta), Anaïs Nin (incesto deliberado), William H. Burroughs (homicidio de cónyuge), Oscar wilde y Paul Verlaine "ex-aequo" (gusto por los menores de edad) y Sade (probablemente todos los pecados anteriores y unos cuantos más), por mencionar tan sólo los que me vienen a la cabeza en este momento, verás que tampoco es tan descabellada, y que, incluso, puedo haberme quedado corto. De hecho, como casi siempre, los lugares a donde mi imaginación me llevaban eran mucho peores que este. Por lo que veo, hice bien en quedarme ahí.
Querido Kepa (perdón no sabia que se escribía con K, a mí también me cabrea cuando escriben mi nombre con "y", coincide con el tuyo en ser vasco) el martes te explico despacito en el taller, sabes que te quiero je je como tallerista claro y sé lo sé que tú no piensas así...
Dos besos de Maite
PD: perdona a Mararía ha sufrido mucho eso es todo
yo creo que las chicas con ese tema, hoy por hoy, nos ponemos a la defensiva...
Sade me pareció siempre un escritor cojonudo, pero un gran loco. No en valde estuvo encerrado el final de su vida...
Y sabes que yo te quiero más que como tallerista y que eres un grande para mi en todos los entidos, así que no le des más vueltas a las cuatro palabras de la discordia, que en realidad no son más que el reflejo de un sentimiento de protección entre nosotras. Bajo mi punto de vista... hace quince años quizás no te hubiera dicho absolutamente nada.
Besitos enormes...
Hilarante, lleno de verdades (no todas) y con calidad literaria: Como dice el profe, te ha quedado muy fino.
Publicar un comentario