viernes, 12 de junio de 2009

Eutanasia


“Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro de piedra mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende que yo pienso que esa es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ah, ser un gringo en México: eso es eutanasia”.


Ambrose Bierce (1842-¿1914?)


Ocurrirá así: Un rostro moreno e inexpresivo, unos ojos como de tiburón; no te dirá adiós, ni siquiera te preguntará por qué, solo hará lo que es debido. Después, quizá el forense, y a lo mejor una llamada de teléfono a familiares y amigos que sí dirán adiós, y sí preguntarán por qué, y cómo. Luego, un féretro en un avión, un entierro escrupuloso, y después de eso, ya sabes, fue un hombre bueno, un amigo querido, etc., y después, de nuevo por qué, y cómo. Aunque, no, no te engañes, después no habrá nada, nada de nada. De todos modos, ya no será asunto tuyo.


¿Por qué? ¿Por Kerouac, por Lowry, por Hemingway, por Bierce? Podría ser, si quisieras otorgarle un sentido, una pátina de nobleza; si quisieras ofrecer un hermoso sacrificio en aras de una tradición arcaica de arena y muerte. Sí, podría ser. Pero también podría ser por tu mujer gritando otro nombre con el rostro contraído, sudando un sudor distinto, mirándote frío, mirándote nunca te quise, mirándote tú lo sabías, fue tu culpa. O podría ser que ya no le necesitamos, hace falta sangre joven, usted ya sabe cómo es esto, encontrará algo, le irá bien. O, a lo mejor, por Susan, por qué te fuiste de ella, qué fue lo que te asustó, miedo a dejar de ser joven, miedo a dejar de amar, a dejar de de ser amado, miedo a qué. O también que lo mejor ya pasó, y que lo mejor tampoco fue muy bueno en realidad, y eso es terrible. O quizá es solo una cierta disposición: quizá tu padre eligió hacerlo con una cuchilla y hacerlo sólo, y tú prefieres cuchillo y que sea otro. O quizá es que no es seguro todavía, habrá que hacer más pruebas, ya le diré cuándo tiene que preocuparse.


Pero eso el por qué, y el por qué es aire, en cambio el ahora es sólido, es seguro, es irrefutable. El ahora es el humo y el sudor que se pegan como miel a tu ropa. Es un letrero que dice “Liquors”, del revés frente al espejo. Es hombres callados, hablando en silencio, y ese gringo, míralo nomás, ahí, mirándonos tan fijo, qué quiere el gringo, no sé, pero si lo quiere capacito que lo encuentra. Es tres días de tequila y de mota, de putas y de moscas y de diarrea, buscando el tópico triste y a la vez el desmentido, y qué fue de ese México de los libros, se lavó la cara, pero igual le apesta el aliento, güey. Es esa canción estúpida que no pega ahora, qué tonto sería morir con ella sonando, qué tonto será. Es que te levantas y vas a la barra, y no rehuyes la mirada que te dice no mames, gringo, vete, déjalo nomás, yo no quiero matar, tú no quieres morir, pero haré lo que es debido. Es esa es mi cerveza, gringo, y qué pasa que no escuchas, me oíste, hijo de la chingada, vete ahorita y vive cagón pero vive nomás. Es los hombres que dejan espacio, estas cosas requieren ceremonia. Es el brillo de un metal. Es denle una a él antes que se orine el yanquicito. Entonces, un destello: Borges, “El Sur”. Sí, así está bien, denme, les dices sin decir, palma hacia arriba y el tiburón que duda, mírenlo el gringo que le salieron pelos en los huevitos, así sí, así da gusto. Hace falta sangre joven, dijo alguien, usted ya sabe.

Eso es el ahora. El después es se fijaron cómo me enfrentó el gringo, pensé por un momento que me mandaba derechito con la Pelona, menos mal que entre todos lo sujetaron, y casi ni aun así. Es se fijaron, el gringo no se iba a echar para atrás, el gringo vino a que lo mataran, si no por qué dijo thank you cuando se agarraba la sangre con las manos.

3 comentarios:

El Ángel... dijo...

Transmite humo sudor y agobio, quizás las expresiones en plan mejicano me dificultaron un poco la lectura, algunas suenan raras para nuestro modo de hablar, por lo demás me gustó.

Un saludo,

Sr. Miyagi dijo...

Demasiado críptico, a lo mejor. Vamos, que no se entiende un carajo, o al menos eso deduzco por la falta de comentarios. Contaba con esa posibilidad antes de lanzarlo al ruedo. No sé, igual lo pulo un poco para hacerlo más comprensible. Gracias por tu comentario, de todos modos, Angel.

R. Alzala dijo...

Grande Borges y el Sur.
Cuate, la parte del mexican me parece densa. Puede que sea realista -no sé-, me suena forzada.
El texto parece caótico pero creo que necesita de ese caos por lo que cuenta y cómo. Tal vez separar los flujos de conciencia de los personajes, aunque perdería en caos.
Desde mi punto de vista se entiende, nomás.