martes, 23 de marzo de 2010

Estilo Bonzo (VI)

Se detiene a unos seis metros de mí.


-Lo prueba el hecho de que a estas alturas pueda estar hablando frente a ti y todavía mantenga la cabeza en su sitio. Ivette, querida, descansa. Ya me ocupo yo.


Ivette baja el revólver y se desploma de rodillas, sollozando. Parece muy afectada. Lo sentiría por ella si no fuera porque dentro de unos momentos voy a estar haciéndole compañía a lo que queda del Señor Corsini bajo el inmenso culo de un elefante asiático.


-Sólo hay una última cosa que quiero saber antes de poner fin a esta desagradable situación, Bonzo. ¿Cómo supiste que yo maté al mono?


-El Sr. Cheeseburger tenía problemas, pero sabía distinguir perfectamente un Valium de un Nolotil, Mandrake. Y, además, nunca se le ocurriría echar mano del frasco sin mi permiso.


-Entiendo.


Amartilla el revólver.


-En fin, querido amigo. La Penitenciaría Estatal de Oklahoma, incluso para un escapista profesional como yo, puede ser un lugar muy complicado del que escabullirse. Pero tú sabes eso mejor que nadie ¿verdad? Creo que aquí nos despedimos.

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