Finalmente, tras años de infructuosos intentos, logró construir la máquina del movimiento perpetuo. Al cabo de diecisiete días, harto de ella, la destrozó a martillazos
una muy buena amiga me dijo una vez que tuviera cuidado con lo que hacía, porque, cuando algo me gustaba, tenía la mala costumbre de convertirlo todo en un vicio: el tabaco, las cervezas, el sexo... ahora soy adicta a tus microrrelatos...
Mi nombre es Pedro Hernando, o Kepa, como ustedes prefieran. He creado este blog con la intención de compartir mis escritos con todo aquel a quien puedan interesar. Aquí encontrarán relatos de ficción, reflexiones personales, ensayos totalmente sui generis, artículos de divulgación, y, en general, cualquier rayada que en un momento dado de irreflexión crea que pueda divertir a otras personas. Recurriendo a las inmortales palabras de Mark Twain, afirmo sin rubor alguno que nunca quise dejar que la escuela interfiriera en mi educación. Así pues, jamás llegué a culminar con éxito mis estudios superiores –me atrevería a decir, incluso, que el hecho de que sí consiguiera hacerlo con los inferiores puede considerarse una prueba irrefutable de intervención divina -, de lo cual puede deducirse que carezco de la más mínima base teórica que me otorgue credibilidad como aspirante a escritor, más allá de unos cuantos centenares de libros caprichosa y desordenadamente escogidos y devorados con fruición desde mi más tierna infancia. Soy, por tanto, un arribista y diletante vocacional que no pierde la esperanza de que algún avispado editor o mecenas caiga por casualidad en mi blog y, bajo el influjo de algún lamentable delirio etílico, crea ver en mí al nuevo Charles Bukowski del siglo XXI y tenga a bien concederme una oportunidad de arruinar su carrera. Dicho lo cual, les dejo que se sumerjan en la lectura, y espero que al menos pasen un rato agradable. Cualquier comentario que dejen, ya sea elogioso o sembrado de las más terribles imprecaciones, será acogido con agradecimiento. Pasen, por favor, y lean. Están en su casa.
Las superfluas enseñanzas diarias del Sr. Miyagi
"Intento comprender la verdad, aunque esto comprometa mi ideología", Graham Greene
2 comentarios:
una muy buena amiga me dijo una vez que tuviera cuidado con lo que hacía, porque, cuando algo me gustaba, tenía la mala costumbre de convertirlo todo en un vicio: el tabaco, las cervezas, el sexo... ahora soy adicta a tus microrrelatos...
No sabes cuánto me halaga eso, Pons. Trataré de tener preparadas más dosis para tí de aquí en adelante.
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